Poto
De sobra conocido por todos, el poto no pierde ni un ápice de actualidad por mucho tiempo que pase. Triunfa siempre, y no solo por el intenso y especial color verde de sus hojas, sino porque, además, te ayudará a purificar el aire de tu casa. Según diversos estudios realizados por la agencia americana NASA, el poto absorbe formaldehído, xileno y benceno, tres sustancias tóxicas que es mejor eliminar de la atmósfera de tu casa.
A la hora de cuidarlo, no te planteará dilemas ya que se conforma con unas atenciones básicas. Ni necesita mucha luz ni un riego constante. ¿Se puede pedir más?
Dischidia
Es una bonita planta trepadora que quedará perfecta colgada en cualquier rincón de tu casa. A pesar de ser de crecimiento lento, puede llegar a alcanzar varios metros de longitud. Sus hojas, pequeñas y rígidas, tienen una forma acorazonada muy especial y, aunque son de color verde oscuro, adquieren matices rojizos si les da mucho el sol.
Para que esté en plena forma, no debes olvidar regarla de forma regular, sobre todo en verano. También agradecerá que la pulverices de vez en cuando.
Cinta o Malamadre
¿Todavía eres una jardinera inexperta? Entonces esta es la planta ideal para ti, ya que no puede ser más fácil de cuidar. Se adapta de maravilla a las condiciones del lugar donde habita y no te pedirá ni mucha luz ni un riego exigente. Simplemente alegrará tu casa con sus peculiares hojas alargadas que combinan los tonos verdes, blancos y cremas
Zebrina péndula
Aquí tienes una opción genial si quieres una planta de interior diferente y original que, además, resulte fácil de cultivar. Sus preciosas hojas de tres colores (púrpura, blanco y verde) pondrán en tu casa una nota especial.
Aunque es muy fuerte y resistente, necesita luz natural para mostrar esa composición tricolor, ya que de lo contrario las hojas se vuelven verdes.
Por lo demás no es nada exigente, ya que soporta estoicamente el frío y la falta de riego, así que elígela con los ojos cerrados si no tienes experiencia con las plantas.
Hiedra
De cultivo fácil, crecimiento rápido y con una atractiva apariencia silvestre. Aunque en el jardín la hiedra puede ser considerada una especie invasiva, si se cultiva como planta colgante no existe tal problema, ya que es imposible que se propague por el terreno. Por el contrario, te regalará un toque verde y natural para tu casa sin apenas exigencias. No necesita mucha luz natural ni un riego excesivo (con dos veces a la semana es suficiente).
Planta Rosario
Es una de las plantas colgantes más originales y, quizá por eso tiene tantos admiradores. Pertenece a la familia de las suculentas y sus hojas se asemejan a cuentas ensartadas en un collar (por algo se la conoce también como “collar de perlas”). Si te estás iniciando en el mundo de la jardinería, te encantará la Planta Rosario porque es fuerte y fácil de cultivar. No necesita que la riegues mucho; de hecho sus hojas son pequeñas reservas de agua, por lo que aguanta bien periodos de sequía. Sin embargo, le gusta el sol directo por lo que te agradecerá que la cuelgues cerca de una ventana.
No esperes mas y dale a tu hogar un diseño creativo y fresco.
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